Ópera de Sydney

La Ópera de Sydney (en inglés Sydney Opera House) es un teatro localizado en Nueva Gales del Sur, Sydney, Australia.

Es el sitio emblemático de Australia y uno de los edificios más famosos del siglo XX.

Es la sede de la Compañía de Teatro de Sydney, la Orquesta Sinfónica de Sydney, y por supuesto, de la Ópera de Sydney.

La Ópera de Sydney es una obra de diseño moderno expresionista, con una serie de techos en forma de concha y un área de construcción de 1.8 hectáreas. Fue construída en tres etapas durante los años 1959-63, 1963-67 y 1967-73.

La idea de la construcción se originó durante los últimos años de la década de 1940, cuando Eugene Goossens, director del Conservatorio de Música de Nueva Gales del Sur, buscaba un sitio para producciones de teatro en grande. En ese tiempo, el Sydney Town Hall se utilizaba para producciones, pero no era considerado lo suficientemente grande.

En 1954 Goossens logró apoyo del gobierno de Nueva Gales del Sur y se convocó a un concurso para escoger el diseño en 1955, recibiendo un total de 233 propuestas de 32 países. En 1957 fue anunciado que el diseño de Jørn Utzon, un arquitecto danés, era escogido para la obra, cuya construcción comenzó en marzo de 1959.

La historia detrás de la construcción
Antes de la competencia por el diseño de la Ópera de Sydney, Utzon había ganado siete de las 18 competiciones en que había participado, pero nunca había visto alguno de sus diseños construído. El concepto del diseño de Utzon para la Ópera de Sydney es generalmente admirado y considerado innovador.

Los asesores reportaban en 1957:

Los dibujos enviados para este proyecto son tan simples como un sencillo diagrama. Sin embargo, al revisarlos una y otra vez, estamos convencidos de que representan un concepto que puede hacer de la Ópera de Sydney uno de los grandes edificios del mundo.

Durante la primera fase de la construcción Utzon trabajó en armonía con los demás integrantes del proyecto y con el gobierno. Pero a medida que la obra avanzaba se fue haciendo claro que los requerimientos del concurso habían sido inadecuados en términos de acústica, áreas de actuación y otros. Además de que el gobierno no había previsto los costos y el trabajo que requería el proyecto.

Comenzaron entonces las tensiones entre los encargados del proyecto, el gobierno y Utzon. Utzon era apoyado no obstante por gente que había sido parte del jurado. Como dijo Utzon a uno de los miembros del equipo de diseño: No me importa cuánto cueste. No me importa cuánto tiempo tome. No me importa el escándalo que provoque. Ésto es lo que quiero.

Utzon se resistía a hacer dibujos y probar que podía resolver los problemas que iban surgiendo durante el proyecto, lo “tenía todo en su mente”. Finalmente, Utzon renunció del proyecto en 1966, con una agria despedida por parte de Davis Hughes, ministro de Obras Públicas.

El proyecto costó un 1400% más de lo previsto y esto, junto al escándalo y la mala prensa que le ocasionó el gobierno de Nueva Gales del Sur, provocó que a Utzon no se le encargara otra obra de igual magnitud.